¿Calefacción central o calefacción individual?

¿Cuál me conviene más? ¿Hay alguna alternativa? La respuesta a estas preguntas depende de varios factores, como el tipo de vivienda, la zona climática donde esté situada la casa, el tiempo y uso que se le daría.

Se estima que la mitad de la energía que se consume en un hogar medio español va destinada a la calefacción del hogar. Obviamente dicho consume depende de la zona geográfica en la que esté ubicada la vivienda ya que dependerá del clima de la zona. El cálculo promedio dice que el solo el 15% de las familias españolas no tienen ningún sistema de calefacción instalado en sus casas.

A continuación vamos a ver en qué consiste los dos tipos de calefacción mencionadas anteriormente.

Calefacción centralizada:

  • La misma caldera suministra calor a varias viviendas del mismo bloque o diversos bloques diferentes.
  • La caldera no está ubicada en cada vivienda, se ubica en una zona común separada de las viviendas y cumpliendo todos los requisitos estipulados por la normativa.
  • El mantenimiento de esta caldera suele ser menor al del la calefacción individual por el hecho de que una misma caldera se usa para administrar calor a más de una casa por lo que el coste de mantenimiento se divide entre todos.
  • El momento cuando se realiza el apagado y encendido de la caldera tiene que ser elegido por todos los propietarios que la usan.

Calefacción individual:

  • Cada vivienda dispone de su caldera propia.
  • El mantenimiento de la caldera corre a cargo de cada usuario.
  • No es necesario llegar a un consenso para el encendido o apagado de la caldera, el propio usuario puede hacerlo.

También podemos encontrarnos con una calefacción de contabilización individualizada de consumos. Este sistema consiste en una variante que mezcla la calefacción centralizada y la individual.

  • Hay una caldera común para suministrar a varias viviendas pero cada una de ellas dispone de contador para contabilizar cuánto consumen.
  • El usuario aun teniendo una caldera común no paga una cuota estipulada por el conjunto de usuarios, paga según lo consumido.
  • Se instalan válvulas termostáticas en los radiadores por lo que cada usuario podría modificar la temperatura para su vivienda.
  • Para una instalación es conveniente que se realice un equilibrado hidráulico que garantice su correcto funcionamiento.

A la hora de elegir una vivienda hay que tener en cuenta su certificado energético y si dispone o no de calefacción y si es así, con cuál de ella dispone.

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